Virtualidad versus Presencialidad

Virtualidad versus Presencialidad

Virtualidad versus presencialidad y el impacto en el liderazgo colaborativo

Si bien es cierto la opción de esquemas de trabajo presencial, remoto o híbrido fue punto de discusión antes del 2020; hoy, post COVID, está generando bastante controversia. Por lo que he analizado, tenemos dos bandos bastante claros:

  • Por un lado, las empresas están exigiendo el regreso al trabajo presencial, al menos 3 días por semana. Un enorme 90% de las empresas planean implementar políticas de regreso a la oficina para fines de 2024, según un informe de agosto de 2023 de Resume Builder, que encuestó a 1,000 líderes de empresas. Casi el 30% dice que su empresa amenazará con despedir a los empleados que no cumplan con los requisitos de la oficina. Solo el 2% de los líderes empresariales dijeron que su empresa nunca planea exigir a los empleados que trabajen en persona.
  • Por el otro, los empleados quieren mantener las ventajas del trabajo desde casa. De hecho, el 77% de los jóvenes de la generación Z encuestados un estudio de Deloittemanifiesta que abandonaría su trabajo si su empresa le obligara a ir a la oficina a tiempo completo. El 75% de los millennials encuestados harían lo mismo. Según el estudio "Workmonitor" de Randstad, que se realiza en 34 países, el 35% de los trabajadores optaría por un esquema híbrido como formato permanente. Sólo el 19% preferiría seguir trabajando siempre desde su hogar, y apenas el 6% quisiera trabajar siempre desde la oficina.

¿Por qué las empresas quieren que sus colaboradores regresen a la oficina?

Según las empresas, y tienen razón en muchos casos, el trabajo presencial tiene varias ventajas fundamentadas para la dinámica organizacional, la productividad y la cultura empresarial. Algunas de estas son:

 

1.- Fomenta la Colaboración y la Innovación: La interacción cara a cara mejora la colaboración entre los equipos, especialmente en temas de creatividad, innovación y resolución de temas complejos. Con la presencialidad, se fomenta un intercambio de ideas más fluido y espontáneo que puede ser crucial. Las reuniones presenciales a menudo generan una dinámica de grupo más enérgica y pueden ser más efectivas en estos casos.

 

2.- Fortalece la Cultura Organizacional: La presencia física en la oficina ayuda a reforzar la identidad y los valores de la empresa, facilitando la transmisión de la cultura, especialmente a los nuevos empleados. Las interacciones casuales y los rituales de la oficina juegan un papel importante en la construcción de un sentido de pertenencia y compromiso con la organización.

 

3.- Mejora la Comunicación: Aunque las herramientas digitales permiten una comunicación efectiva, las interacciones en persona pueden minimizar malentendidos y facilitar la comunicación no verbal, como el lenguaje corporal y el tono de voz (93% de la comunicación entre los humanos), que son importantes para entender el contexto completo de las conversaciones.

 

4.- Aumenta la Efectividad en la Supervisión: Para algunos gerentes, supervisar el trabajo y evaluar el desempeño de los empleados es más sencillo cuando se realiza en persona. La presencia física puede facilitar la evaluación del compromiso y la productividad de los empleados, permitiendo intervenciones más rápidas cuando es necesario.

 

5.- Reduce los Riesgos de Ciberseguridad: El trabajo presencial reduce el riesgo de brechas de seguridad informática al limitar el acceso a la información sensible a un entorno controlado. Las empresas con altos requisitos de seguridad con frecuencia prefieren el trabajo presencial para proteger su propiedad intelectual y los datos de los clientes.

 

Aun así, debemos mencionar que no todas las empresas ni todos los empleados se benefician de la misma manera del trabajo presencial. La decisión de regresar a la oficina debe considerar tanto las necesidades del negocio como las de los empleados, buscando un equilibrio que maximice la productividad y el bienestar.

 

¿Por qué los empleados quieren mantener el trabajo remoto?

En general, los deseos de mantener el trabajo remoto se centran en la flexibilidad, el bienestar y la eficiencia personal. Algunos de los motivos principales por los que los empleados prefieren continuar con el trabajo remoto son:

 

1.- Mayor flexibilidad de Horario: El trabajo remoto permite gestionar mejor su tiempo, permitiéndoles equilibrar sus responsabilidades laborales con las personales o familiares. Esta flexibilidad puede contribuir significativamente a una mejor calidad de vida.

 

2.- Ahorro de Tiempo y Dinero en el Desplazamiento: Al eliminar la necesidad de trasladarse a una oficina, se ahorran tiempo y dinero. Este tiempo adicional puede dedicarse a actividades personales, de ocio o descanso, lo cual es particularmente valorado por quienes viven lejos de sus lugares de trabajo.

 

3.- Mejora en el Bienestar Físico y Mental: La posibilidad de trabajar desde un entorno familiar y cómodo puede reducir el estrés y mejorar el bienestar general. Además, el trabajo remoto permite a los empleados crear un entorno de trabajo personalizado, que puede contribuir a una mayor satisfacción laboral. El ahorro de tiempo de desplazamiento puede dedicarse a activades que contribuyen con el bienestar.

 

4.- Mayores Oportunidades de Empleo: El trabajo remoto abre oportunidades de empleo para personas que viven en regiones con menos ofertas laborales o para aquellos que, por razones de salud o personales, prefieren o necesitan trabajar desde casa.

 

5.- Sostenibilidad Ambiental: Al reducir el número de desplazamientos, el trabajo remoto contribuye a la disminución de las emisiones de CO2 y tiene un impacto positivo en la sostenibilidad ambiental.

 

Si bien el trabajo remoto ofrece numerosos beneficios para los empleados, también presenta desafíos, como la posible sensación de aislamiento, dificultades en la separación entre la vida laboral y personal, y la gestión de la comunicación y colaboración a distancia.

 

Como podemos ver, cada “bando” tienes sus buenas razones. El trabajo presencial tiene ventajas y el remoto también. Para nosotros, la solución ideal para muchas organizaciones y sus equipos es un modelo de trabajo híbrido o flexible que combine lo mejor de ambos esquemas.

 

Sin embargo, vemos que muchas organizaciones han elegido un esquema de repartición de tiempo que no es adecuado, del estilo “tres días remoto y dos presenciales”. Así, tenemos personas llegando a las oficinas para participar en reuniones virtuales. Esto no tiene mucho sentido.

 

Nuestra recomendación es organizar un esquema híbrido en base a qué esquema es más productivo en cada esquema. Para ser más preciso, indicar qué tipo de trabajo se debe realizar de manera presencial, porque es más productivo y cuál de manera remota, porque no hay mayor ventaja al hacerlo presencial.

 

Ya vimos que el trabajo creativo, de innovación o de resolución de problemas complejos es más efectivo de manera presencial. Por lo tanto, las reuniones de este tipo de trabajos es recomendable que sean presenciales.

 

El trabajo de rutina, como sesiones de rendición de cuentas se puede hacer en formato virtual. El trabajo individual también funciona bien de manera remota.

En organizaciones que se encuentran en proceso de cambio, donde la cultura organizacional está en proceso de transformación, la presencialidad siempre será lo más recomendable.

 

Obviamente, organizar el trabajo híbrido de esta manera es más difícil, pero será más efectivo para la organización y más satisfactorio para los empleados.

 

Por último, el trabajo remoto o híbrido, al limitar la supervisión y el contacto, requieren de buenos esquemas de medición del desempeño y de comunicación.

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